Pues ha habido algunas. La primera fue hace unas dos semanas. Felipe y yo nis fuimos a tomar unas cervezas a un club. Eran las 18:00 horas. Muy temprano, pero es que es así. País distinto, horarios diferentes. El caso es que nos pedimos una pinta de Guinnes. Al rato comenzamos a hablar con la camarera. Era de Ucrania y muy maja. Me recordó a una novia que tuve, de Hungría, y que vivía en Túnez. Mujeres fuertes las de ese lado del mundo, no tienen miedo en salir con poco más de 18 años a buscar un futuro mejor en países cuya lengua apenas comprenden. Luego, hablamos con el camarero. Se sentía americano, aunque sus padres eran de Rumanía. Más tarde, hablamos con el colega que estaba a mi derecha. Resulta que había sido profesor de inglés en Los Ángeles. Ahora era maestro en un High School, en Boston. Con él estuvimos hablando un buen rato, medio en inglés medio en español. Un tipo majo aunque muy muy borracho.
Al rato, se nos unieron a la mini fiesta unos tipos que decían que eran de Trinidad y Tobago. Parecía que tenían muchas ganas de fiesta.
Ya llevábamos varias pintas en el cuerpo, cuando el medio calvo de los dos negratas nos pregunta si tenemos coche y si nos gusta furmar. ¡Tócate los güefos! Se marcharon solos, los cuatro, y nosotros seguimos conversando con el rubio de la foto, el profe de adolescentes, hasta que comenzó a hablar con sus vecinos de la derecha: de Rusia y Grecia. En pocos minutos, esa barra parecía la UN.
–Otra fiesta maja fue en Johnny D's. Es un local de música country y Jazz y Blues y etc. muy famoso en MA. Además puedes cenar. Fue una fiestecita, muy tranquila y como en familia. Pero estuvo bien. El motivo era la despedida de una de las dos mujeres que viven en la misma casa que yo, la de la japonesa, Yuko.
Sobre los morritos de Anne es mejor no hace rningún comentario.
–En otra ocasión hemos ido al restaurante más antiguo de Estados Unidos que sigue abierto. The Union Oyster House, desde 1826. Realmente se come bien aquí, sobre todo pescado. Pero yo me pedí pollo con no sé qué cosa. En fin, vale la pena venir a este sitio, aunque , a pesar de haberlo reservado tuvimos que esperar unos 30'.
–Otra fiesta fue en un piso de un japonés, Kenta, que estudia Físicas en Boston University. Un tipo majo, el Kenta. Yo olvidé mi cámara, así que la mejor foto que he encontrado es ésta:
Sí, todos estábamos borrachitos. Os aseguro que hubo muchas risas.
En NYC hubo otra fiesta, pero de ella no tengo ninguna foto. Además, estaba tan borracho que es mejor así. Cosas que pasan.
En cualquier caso, la mejor, imagino, está por venir. Ésta es mi última semana, así que ya veremos qué pasa en los próximos días.
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